Мир Вам! Paz a Vosotros!

Пресвятая Богородице, спаси нас!

Santísima Madre de Dios, salvanos!


Este es el Sitio Oficial de la Misión Ortodoxosa Rusa "Icono de Vladimir"

Sean Bienvenidos!

¿Por qué no deberiamos festejar el "Gran Día de la Victoria"?



Sermón del Revmo. Protopresbítero Padre Mikhaill Ardov

Domingo de Tomas, 8 de mayo de 2005, Moscú, Rusia.


Los cristianos no deben involucrarse en política. Los cristianos, sobre todo en este triste tiempo de la historia, deben mantenerse lejos de cualquiera de estas cosas, de cualquier tema político.

Sin embargo, nosotros ocupamos tiempo y espacio en el mundo real, por consiguiente, tenemos ciertas obligaciones para con la Iglesia Ortodoxa. Esta obligación consiste en evaluar lo que acontece en el mundo desde un punto de vista moral.

A través de los siglos, ha sido absolutamente un deber para nosotros hacer una cierta valoración moral, una valoración cristiana, de lo que sucede en el mundo, y mas aun hoy cuando prácticamente todo el mundo esta fuera de la Iglesia y hasta se podría afirmar que estamos viviendo en la era post-cristiana.

Esto valoración es algo que la Iglesia ha hecho mas o menos desde el principio. Nosotros sabemos que nuestro Señor Jesucristo reprimió a los sumos sacerdotes judíos y a los Fariseos por su inmoralidad. El más grande de los Profetas, San Juan el Precursor, reprimió al impío Rey Herodes por la relación adúltera que este mantenía con su cuñada. Nuestro Señor Jesucristo y San Juan el Precursor pagaron por esto con sus vidas. Los Fariseos entregaron a nuestro Señor Jesucristo para ser crucificado, y Herodes, para complacer a su concubina y la hija de esta, ordenó decapitar a San Juan el Precursor. Nunca ha habido un tiempo en el cual los ascetas y mártires cristianos, en vistas a sus trabajos para ganar la inmortalidad, hayan tenido temor de reprender a los poderosos de este mundo. San Juan Crisóstomo denunció a la emperatriz, y como resultado de esto, lo enviaron al destierro dónde por practiquísimos propósitos, murió como mártir. Nosotros también conocemos similares casos en Rusia. Permítasenos traer a la memoria a Metropolita Felipe, quién puso en evidencia las malas obras de Ivan el Terrible, y también debió pagar con su vida.

Pero, por supuesto, estamos muy lejos de ser confesores o mártires. Nosotros también podemos mencionar a los Nuevos Mártires de Rusia, quienes pusieron al descubierto la mentira del Bolchevismo y también denunciaron a los sergianistas, Metropolita Sergio y sus cómplices, quienes desertaron en favor de los bolcheviques, aquellos carniceros, y delincuentes, con solo el propósito de servirlos, y también por esto, muchos de ellos pagaron con sus vidas. Nosotros quiénes hemos sobrevivido hasta el presente día, claro, no nos atrevemos a igualarnos a tales santas personas, pero no obstante, para el cristiano es una obligación hablar sobre la inmoralidad que vemos en el mundo contemporáneo actual.

Y aunque el carácter de la fiesta de hoy es tal que no termina de encajar del todo en mí para hablar sobre las cosas que siento, que debo, yo, no obstante, considero mi deber pastoral dirigirles estas especiales palabras.

Nosotros oímos en la lectura del Synaxarion del día de hoy, la forma en que el Apóstol Tomas llegó a convencerse de la Resurrección del Señor Jesucristo. Sin embargo, permítame, ahora el interlocutor abordar un tema diferente.

En la actualidad, en nuestro país nuestros dirigente, con extremo esplendor, e incluso diría, pomposidad y vulgaridad, están celebrando lo que ellos llaman el "Gran Día de la Victoria". Si nosotros examinamos este evento, cual ellos están celebrando tan excesivamente, y no solo lo examinamos desde un punto de vista cristiano sino también racional, entonces veremos que esta celebración es deshonrosa. En primer lugar, permítasenos comenzar con la palabra "victoria." ¿Quién ha sido el victorioso y sobre quien, y a qué precio? Y cuáles fueron las consecuencias de la denominada "victoria". Y caeremos en cuenta de que un tirano derrotó a otro tirano. Stalin, el asesino de millones, (¡y sobre todo de sus propios compatriotas!), derrotó a otro, demente y tirano alemán--Hitler--quién era, por supuesto, mucho menos inteligente y diestro que Stalin. Y como resultado de esto, media Europa, la mitad oriental, cayó bajo el dominio de los bolcheviques. Y también como resultado de esta "victoria", nuestra propia nación permaneció por muchas más décadas bajo la dominación de estos mismos líderes crueles, inmorales y ateos. El precio de esta "victoria" fue desproporcionadamente alto, porque Stalin y sus secuaces no pudieran apreciar menor manera a las vidas de las personas. Así es como al principio de la guerra ellos derrocharon las vidas de una cantidad incalculable de soldados, por ejemplo, en la defensa de Moscú, así también al final de la guerra para ser los primeros en entrar a Berlín, el General Zhukov, a las órdenes de Stalin, sacrificó cerca de doscientos mil hombres del ejército soviético.

Pero esto es sólo una de las dos caras de la historia. La otra cara, la cual denomina a este feriado "Gran Victoria" y lo celebra con pompa y diversos eventos, es un fenómeno bastante recientemente. Sólo ha existido desde el tiempo del "Camarada" Brezhnev. Stalin nunca consideró que este día fuera algo especial, y nunca pensó que existió alguna gran victoria. Lo que él si pensó, era en tomar toda Europa y hacer una revolución mundial, pero falló; todo lo que él pudo conseguir fue la mitad de Europa. Y ahora nosotros podemos ver a los últimos veteranos sobrevivientes, a quienes ellos les dan un poquito de reconocimiento y un poco de algo que comer, les hacen unas pocas entrevistas, y los entretienen un poco. Pero incluso esta atención hacia ellos es algo bastante nuevo. Yo ya soy una persona bastante mayor. Y recuerdo bastante bien los años siguientes a la guerra, 1945, 1946, y cuando Moscú literalmente se inundó de lisiados; soldados que habían perdido sus brazos y piernas, que habían vuelto de la guerra, y luego, de repente, todos ellos desaparecieron. Sólo después, yo comprendí que ellos habían sido tomados y deportados para morir en la isla de Valaam, para que no estropeen la vista de la capital. En esa época alli no había ningún monasterio. Usted puede por si mismo imaginar las condiciones que ellos tuvieron que soportar allí, viviendo sus últimos días. Eran muy pobres, y fueron reducidos a mendigar para sobrevivir. ¡Esto fue la manera cómo fueron tratados, sólo para qué la capital no fuera estropeada con su presencia! Esto lo recuerdo bastante bien. Además recuerdo, lo que todos bien sabemos, debido a Stalin y sus líderes militares, un número enorme de ciudadanos soviéticos fue tomado prisionero. El gobierno rápidamente se deshizo de ellos; fueron inmediatamente tachados de traidores. Y las consecuencias fueron que cuando algunos de ellos, por alguna razón u otra, regresaron a nuestro país, la mayoría fueron deportados a los campos de trabajos forzosos de Stalin. Esta es la manera como ellos trataron a los veterano en aquella época. En general, si nosotros deseamos hablar sobre esta versión de la historia que ellos tienen como la "Gran Victoria", es todo una mentira tras otra, o de otro modo solo encontramos completo silencio sobre lo que pasó. Por ejemplo, todos nosotros sabemos, (y también los historiadores saben esto) que Moscú no fue, de ninguna manera, defendida por Zhukov; pues fue defendida por el General Vlasov, antes de que él fuera tomado cautivo y fuese trasladado al lado contrario. ¡Pero nadie dice una palabra sobre esto! Es mas, en mayo de 1945, Praga fue liberada de los alemanes por el General Vlasov y sus fuerzas rusas. Pero hoy, usted no leerá sobre esto en ninguna parte, e incluso usted no oirá a nadie hablar sobre él, porque todos los bolcheviques y su descendencia, los llamados Demócratas, están proclamando la "Gran Victoria", y de esta forma dan testimonio de que los Comunistas todavía están en el poder. Ellos simplemente se han retocado un poco la cara y han reestructurado las cosas para que ahora les sea más fácil robar. Pero en esencia, en su manera de pensar no han cambiado en absoluto. Y no hace mas de dos días atrás, el Presidente Putin, proclamó en Europa, muy ruidosamente, que es imposible comparar a Hitler con Stalin, porque Stalin, aunque era también un tirano, y considerado por muchos un criminal, nunca fue fascista! De nuevo aquí encontramos una deliberada mentira. Hitler nunca fue fascista, y no podía serlo. Porque nunca hubo ningún partido fascista en Alemania. Los fascistas estaban en Italia. En Alemania, estaban los Nacional-Socialistas. Pero para no ensuciar el santo nombre del "socialismo" en la conciencia de las personas, los comunistas, naturalmente, prefieren decir los "fascistas" alemanes, y este titulo ha pegado en la conciencia popular, aunque para una persona educada, hablar en estos términos es simplemente una estupidez.

Yo podría decir muchas cosas más en este sentido. Yo podría hablar sobre cómo el "Camarada" Stalin, en grado enorme, es responsable de que se haya originado la guerra que, por supuesto, no debe ser llamada "Gran Guerra Patria", sino Segunda Guerra Mundial. Él fue quien alimentó a Hitler. Él fue quien ayudó a los alemanes a construir un ejército. Sus pilotos entrenaron aquí. Sus aviones se construyeron aquí, etc. Y él fue quien incito a Hitler en contra de los países occidentales. Pues su intención era apuñalarlo por la espalda y tomar toda Europa. Sin embargo, como resultó después, no sucedió de tal manera, y estando desprevenida para un conflicto armado, la Unión Soviética sufrió al principio una derrota humillante a las manos de los alemanes. Esto es lo que realmente aconteció.

Pero yo ya no deseo seguir hablando con ustedes sobre esto. Yo sólo quiero decirles que todos nosotros pertenecemos a la Iglesia de Cristo. Nosotros no debemos involucrarnos en ningún tema político. Habiendo dicho esto, debo decirles que de ninguna manera yo deseo insultar a aquéllos de nuestros veteranos que todavía están con nosotros. Mi propio padre y abuelo estuvieron en el frente. Ellos eran hombres de integridad y debieron ir alli por necesidad y no por un sentido de deber. Pero la verdad continúa siendo escondida, y los cuentos de hadas de ese Brezhnev acerca de estos eventos terribles continúan, éstas son muy pero muy malas señales.

Hay algunos de entre nosotros, y hay también algunos en el Patriarcado de Moscú que dicen que nuestro país debe arrepentirse. Pero el arrepentimiento es un estado muy elevado. Sólo es asequible a los cristianos; a concientes cristianos. El arrepentimiento del cual ellos tan inútilmente están hablando debe estar acompañado por un cierto reconocimiento de lo que realmente aconteció. Si nuestro gobierno realmente quisiera limpiarse de su suciedad comunista y restaurar el nacionalismo y la espiritualidad de Rusia, entonces, en primer lugar, lo que debe hacer es: debe proyectar 200 largas películas por televisión sobre todos los crímenes de las autoridades soviéticas, empezando con los escuadrones incendiarios de 1918, el motín de Kronstadt, la represión del levantamiento en Tambov, el levantamiento del Kulaks, oh, y a propósito, ellos deben decir la verdad sobre la guerra, no mencionar 1937 y todos esos horrores. Si las personas pudieran ver esto, y todo esto podría ser exhibido, entonces quizá algunos realmente podrían arrepentirse.

Para nosotros, lo más importante, repito, no es involucrarse en cualquiera de estas cosas. Nosotros no podemos detenerlo. Nadie oirá nuestra voz; nadie incluso los que lo necesitan. Hoy, la televisión y las estaciones de la radio están bajo el mando del gobierno, y ellos están limitados y determinados a tocar su propia bocina sobre la "Gran Victoria." Uno puede solo imaginar cuánto dinero ya se ha invertido en todas estas deshonrosas decoraciones a lo largo de la ciudad, y en todos los invitados extranjeros, en lugar de ayudar aquéllos que son verdaderamente pobres, los huérfanos, o en los ancianos retirados.

Y dado que el Señor nos protege de tomar parte con ellos en sus celebraciones, en ninguna de sus formas. Nosotros tenemos nuestros propios días santos cristianos, nosotros tenemos nuestras propias celebraciones cristianas, nosotros tenemos nuestras propias conmemoraciones cristianas, como la Santo Pascua que estamos celebrando en estos días, junto con todas sus fiestas. Éstas son, precisamente, nuestras. Y Dios nos ayude para que permanezcamos en el seno de la Verdadera Iglesia hasta que nuestro último aliento nos deje. Amén.