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Пресвятая Богородице, спаси нас!

Santísima Madre de Dios, salvanos!


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Epístola del Sínodo de Obispos de la Iglesia Ortodoxa Rusa acerca del "Acta de Comunión" de "ROCOR" y el "Patriarcado de Moscú"



Al Rebaño que Ama a Dios en Cristo

 

¡Muy Amados en el Señor, Hermanos y Hermanas!

 

Ahora, todo el mundo ortodoxo puede dar testimonio de que los hechos han venido ha acontecer de tal manera como fueron escritos en el Libro del Apocalipsis, según las proféticas palabras del Santo Apóstol y Evangelista Juan el Teólogo: “Y se le permitió al dragón hacer la guerra contra los santos, y vencerlos”.

 

La Fe Ortodoxa es el fundamento de la vida espiritual de cada hombre. Sin embargo, la firma del Acto de Comunión Canónica entre los jerarcas de la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Extranjero y los representantes del Patriarcado de Moscú, estos mismos quienes están manchados con infinidad de pecados que datan desde el período del delirio ateísta en Rusia, es un gran golpe contra la Fe Ortodoxa.

 

El pernicioso camino en que los principales obispos de la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Extranjero se han embarcado ahora, con el Arzobispo Mark de Berlín a la cabeza, fue apoyado en EEUU, por el actual Metropolita Laurus, quien recientemente declaró en una entrevista que su decisión para unirse con el Patriarcado de Moscú fue tomada tan temprano como en 1980. Por consiguiente, el camino que ha llevado a la firma oficial del “Acta” no ha sido otro que uno de mentiras, intrigas, odios y aniquilación espiritual contra aquéllos quienes portaron los ideales de la Verdadera Ortodoxia y la Santa Rusia.

 

En Rusia constantemente se dice que existe separación entre iglesia y estado. Sin embargo, se han creado muchas dudas sobre que la tal separación exista de hecho, pues los líderes del Patriarcado de Moscú y de la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Extranjero hicieron manifiesto al mundo entero, en el momento de la firma de esta desafortunada "Acta", que  la unión de estas dos Iglesias será una enorme contribución para las políticas del gobierno del país.

 

Las heridas todavía siguen sangrando, aquellas que el Patriarcado de Moscú inflingió contra la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Extranjero, cual, como ellos proclamaban, era el bastión de los operaciones políticas que trabajan en favor de EE.UU. donde el clero derechista, la Guardia Blanca "no neutralizada", los cosacos reaccionarios, y los traidores rusos del Ejército de Vlassov encontraron asilo seguro. Hoy, sin embargo, el líder del Patriarcado de Moscú afirma todo lo contrario: ahora, al perecer él durante su niñez conoció a representantes de la Iglesia en el Extranjero, y puede atestiguar acerca de su servicio consagrado a Rusia y a la Iglesia.

 

Todavía quedan algunas personas vivas, quiénes puede dar testimonio de cómo, luego de la Segunda Guerra Mundial, algunos obispos del Patriarcado de Moscú, ofreciendo una “mano de amistad” a los obispos, sacerdotes, y fieles en el extranjero, engañaron a algunos para regresar a la patria. Y junto con las autoridades gubernamentales ateístas, les ofrecieron perdón y una buena vida. Pero cuando ellos retornaron a la URSS, lo que les estaba esperando en realidad era el artículo 58 del código criminal y largas décadas de prisión.

 

Nosotros rememoramos y mantenemos en alta estima al Primer Jerarca de la Iglesia Rusa en el Extranjero, Metropolita Vitaly, a quien ellos para alcanzar la meta de unión con el Patriarcado de Moscú, necesitaron deponer usando engañosos medios, e intentaron someterlo a una evaluación psiquiátrica para establecer su asistencia psiquiátrica.

 

Ellos trataron al Metropolita Vitaly por oponerse a la unión con el Patriarcado de Moscú de la misma manera que la dirección del Patriarcado de Moscú trató al Arzobispo Germogen cuando él lucho contra el cierre de las iglesias de su diócesis y la diseminación de la fanática propaganda antirreligiosa durante el tiempo del deshielo de Khrushchev; usando el engaño, lo quitaron de sus deberes de obispo gobernante, y lo enviaron a "retiro" a un monasterio bajo estricta vigilancia. ¿Quizás el actual y prospero clero de la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Extranjero podría esperar el mismo destino?

 

Tal como el obispo del Patriarcado de Moscú Diomid ha dado testimonio, la organización eclesiástica del Patriarcado de Moscú está manchada por la apostasía, herejía y traición. Es bueno hacer notar que este testimonio no ha sido dado por algún “cismático corrompido por orgullo y revelándose contra la dirección de la Madre Iglesia,” sino que este testimonio viene desde uno de los miembros de su propia administración.

 

Ahora la caída de la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Extranjero ha sido completamente finalizada, provocada por la traición de sus Ideales, de parte de aquéllos quienes juraron  mantener y preservar aquel fuego lleno de gracia que fue encendido por sus fundadores y quienes lucharon por guardar las tradiciones de la Santa Rusia— los Metropolitas Antony, Anastasy, y San Philaret.

 

¡Muy amados en el Señor, Hermanos y Hermanas!

 

No permitamos desalentarnos por lo que hemos visto que ha tenido lugar, mas bien, pongamos nuestras esperanzas en la misericordia de Dios. Tratemos de encontrar consuelo en las profecías de los santos ancianos de Optina, quienes han dicho que la nave de la Iglesia se ha roto, pero la salvación todavía puede hallarse en las partes que han permanecido.

 

Dado que se acerca el tiempo de nuevas pruebas para nuestra fe y lealtad a la Santa Ortodoxia, procuremos apartar nuestras lenguas de pronunciar juicio sobre aquéllos que han sido seducidos por la falsa unión y se han apartado de ella. Mas, pongamos nuestra atención en nuestros propios corazones y almas, porque la salvación no depende de la cuantía de nuestras palabras, porque en los argumentos expuestos allí, no puede haber condenación de otros cuando un hombre, en humildad, paciencia y mansedumbre por causa de Cristo busca no salvar la Iglesia, como Metropolita Sergy (Stragorodsky) creyo que estaba haciendo cuando fundó el Patriarcado de Moscú, sino salvar su propia alma.

 

Hubo muchos en la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Extranjero que representaban lo que es correcto, y muchos que intentaron poner en evidencia lo malo, cual estaba teniendo lugar, pero hubo también, desgraciadamente, muchos que se dejaron arrastrar por las apariencias externas y la belleza superficial, debido a que ellos se cegaron y no podrían diferenciar los bueno de lo malo.

 

Redoblemos nuestras oraciones, para preparar nuestros corazones y almas para las próximas pruebas. Esperando en la misericordia de Dios, y en las oraciones de los Santos Nuevos Mártires y Confesores de Rusia, procuremos nuestra salvación con toda piedad y pureza.

 

Suzdal

 

24 de mayo de 2007