Icono representando el milagro
A principios del siglo xx, y especialmente en la segunda década, existían en Grecia, tanto en el poder como en el Patriarcado Ecuménico, fuertes movimientos anti-eclesiásticos y secularistas. Entre las acciones de estas fuerzas, figura la introducción forzada del calendario Gregoriano, que sólo es adecuado para los negocios, la bolsa y otras actividades mundanas.
No obstante, litúrgicamente en la práctica es inútil e incluso perjudicial. De ninguna manera es posible reconciliar el calendario Gregoriano con nuestro Pascalion Cristiano Ortodoxo canónico.
Además, la introducción de cambios en el calendario eclesiástico, por una Iglesia local, crea una inaceptable desunión litúrgica en el seno mismo de la Iglesia.
Muchos del pueblo griego, se negaron a aceptar estos cambios anticanónicos y anti-eclesiásticos, siendo forzados por el poder policial del estado. Tales personas sufrieron y continúan sufriendo persecución, prisión y privaciones, a manos del poder policial secular.
Pero los "ojos espirituales de los verdaderos cristianos ortodoxos vieron claramente, incluso en ese tiempo en el que aun no comprendían el mal del nuevo calendario. Este fue un precursor y un signo 'de la mayor herejía en: la historia del mundo: El Ecumenismo.
Mucha gente sin embargo, fue confundida. Muchos empezaron a vacilar. Así como los arrianos estaban en el control del poder mundano en el año 351 y pudieron forzar su herejía sobre todo el imperio, así ahora los renovacionistas del calendario controlaban el poder terrenal en Grecia.
En tiempos tan perturbados y peligrosos, Dios Misericordioso atendió la necesidad de Su pueblo.
Nuevamente como en el año 351, Dios envió una maravillosa aparición del signo de la Honorabilísima Cruz para sellar la verdad y avergonzar a los falsos maestros; esta Señal tuvo lugar de la siguiente forma:
"1925, vísperas de la fiesta de la Exaltación de la Honorabilísima y Vivificadora Cruz de Nuestro Señor y .Salvador Jesucristo, 14 de septiembre, de acuerdo con el calendario de la Iglesia Ortodoxa. Se ofició el servicio de vigilia (toda la noche) en la Iglesia de San Juan el Teólogo en un suburbio de Atenas. A las 21,00 hs., más de 2000 verdaderos fieles ortodoxos se reunieron en la Iglesia y sus contornos, para asistir al servicio, dado que a muy pocas Iglesias verdaderamente ortodoxas, las autoridades civiles, les permitieron abrir. La gran concurrencia del pueblo no podía pasar desapercibida a las autoridades.
Alrededor de las 23,00 hs., fue despachado un batallón de la policía hacia la Iglesia "para prevenir cualquier desorden que pudiese ocurrir en una reunión tan grande". La aglomeración era demasiado multitudinaria para que la policía tomara alguna acción directa o arrestase al sacerdote, así que se mezclaron entre los fieles en el desbordado atrio de la Iglesia.
Entonces, prescindiendo de los verdaderos motivos de su presencia, contra su propia voluntad, pero de acuerdo a la Voluntad que excede todo poder humano, fueron partícipes de la milagrosa experiencia de la multitud de fieles.
A las 23,30 hs. comenzó a aparecer en el cielo sobre la Iglesia, en la dirección noroeste, una brillante y radiante Cruz de Luz. La Luz no sólo iluminaba a la Iglesia y a los fieles, sino que por sus rayos las estrellas del despejado cielo se hicieron borrosas y el atrio de la Iglesia fue llenado de luz casi tangible.
La forma de la Cruz misma, estaba dada por una luz especialmente densa y podía verse claramente como una Cruz bizantina con una barra angulada hacia abajo. Este milagro celestial duró media hora, hasta la medianoche, y entonces la Cruz comenzó a levantarse lentamente, verticalmente, como la Cruz en manos del sacerdote en la ceremonia de la Elevación de la Cruz, en la Iglesia. Al llegar a la verticalidad, comenzó gradualmente a palidecer.
El lenguaje humano no es capaz de comunicar lo que ocurrió durante la aparición. Toda la multitud se postró y con lágrimas cantó himnos, alabando al Señor con unidad de corazones y de bocas. La policía estaba entre aquellos que lloraban, descubriéndose súbitamente en el fondo de sus corazones, una fe de niños. La multitud de creyentes y el batallón de policía se transformaron en un único rebaño de fieles. Todos fueron alcanzados por un santo éxtasis.
La vigilia continuó hasta las cuatro de la mañana, luego todo este torrente humano regresó a la ciudad, llevando las noticias del milagro, por el cual aún temblaban y lloraban.
Muchos de los incrédulos, sofistas y renovacionistas, comprendiendo su pecado, su culpa, pero sin deseos de arrepentirse, intentaron por todos los medios explicar o negar este milagro. El hecho, que la forma de la Cruz fuese tan neta y claramente bizantina (a veces llamada Cruz Rusa) con tres barras, la inferior angulada, anulaba completamente cualquier argumento de fenómeno físico accidental, y que esto haya ocurrido durante la primer gran herejía, debe alcanzar a los ortodoxos con el especial sentido de la magnitud e importancia de la cuestión del calendario y lo relacionado con él.
Ninguna persona sensible puede discutir sobre esto livianamente, con razonamiento secular o argumentos mundanos.
Los renovacionistas, como los arrianos en el año 351, son dejados sin atenuantes ni mitigación.”
TROPARIO Tono 3
"Cuando la tormenta del Ecumenismo comenzó a soplar,. Oh Salvador, contra Tu Santa Iglesia y todos los fieles fueron dejados a la tempestad como lo fueron los Apóstoles en el mar de Galilea, Tu concediste sellar con el signo de Tu Honorabilísima Cruz, Oh Misericordioso el calendario' de Tu Iglesia como un símbolo del verdadero camino.Por ello, clamamos con alegría: Por la oraciones de la Madre de Dios, Oh Salvador, sálvanos".
KONTAKION Tono 4
"Atenas se regocijo, Oh Salvador, al ver el milagro de Tu compasión. Porque Tu hiciste brillar el símbolo de nuestra salvación para el consuelo de los fieles y para testimonio de la verdad. Por ello, Oh Santo, nosotros alabamos tu inefable condescendencia".