"Nosotros debemos comprender, y también declarar para que sea oído por todos, que desde 1927, cuando Metropolita Sergio firmó su lamentable "declaración", y hasta el presente día, nuestra Iglesia Ortodoxa Rusa en el Extranjero no ha tenido y no tiene ninguna comunión en la oración con el Patriarcado de Moscú, que no es otra cosa que la creación anticanónica del anterior régimen soviético. De la misma manera nosotros no tenemos ninguna comunión espiritual con cualquiera de las Iglesias Ortodoxas autocefalas que transitan su vida espiritual y litúrgica acorde al nuevo calendario. ¿Qué comunión litúrgica podemos tener, pues cuándo nosotros todavía estamos ayunando, ellos están celebrando el Nacimiento de Cristo según el nuevo calendario? Según nuestro calendario nosotros rezamos a un santo, mientras que los nuevos calendaristas están rezando a un santo completamente distinto. En otros términos, cualquier tipo de comunión ha sido destruida, tanto en la oración como aun, en los sacramentos.
Y así yo, como Primer Jerarca, estoy llamando a todos vosotros a permanecer fieles para siempre a nuestra Iglesia Ortodoxa Rusa en el Extranjero y a no ser confundidos por esas declaraciones que nosotros oímos, cada vez más a menudo, acerca de que debemos unirnos y debemos concelebrar con otros en nombre de un "amor fraternal". El cual es ruidosamente proclamado. ¿Donde esta aquel "amor fraternal" cuando nosotros estamos viviendo, lo que es tan preciado para nosotros - nuestros Servicios Divinos - según calendarios diferentes, y viviendo una vida espiritual diferente?"
Metropolita Vitaly
1/14 de Agosto de 2000
“Epístola Pre-Conciliar a los Reverendísimos Obispo, Clero y fieles laicos"
Traducción y adaptación Presbítero Siluan Dignac