De “Orthodox Life”- Vol 46 No 5- Octubre de 1996
Traducción y adaptación: Sacerdote Siluan Dignac
La cuestión sobre si es adecuado el uso del cabello largo y las barbas largas es una pregunta recurrente entre el clero ortodoxo tradicional. Un abarcativo articulo sobre la vestimenta del clero apareció en el numero de Enero / Febrero de 1991 de "Orthodox Life". En el presente articulo, nos gustaría explayarnos sobre el tema de la apariencia del clero, puntualmente sobre la cuestión del cabello largo y las barbas largas.
Cualquiera que mirase fotografías y retratos que daten de principios del siglo XX, el clero de Grecia, Rusia, Rumania, y otros países ortodoxos, casi sin excepción, tanto el clero monacal y como el casado, sacerdotes y diáconos, llevaban frondosas barbas y cabello largo. Sólo luego de
Existen dos razones dadas para poder dar una explicación sobre este cambio: se dice muchas veces, "¡Uno debe estar conforme a la moda, no debemos parecer campesinos! " O lo que es mas absurdo aun, "¡Mi esposa no lo permitirá!”. Tales razonamientos son la línea "dogmática" de los modernistas y cualquiera que desee imitar la moda contemporánea (si las barbas están de moda, llevan barbas, si las barbas están fuera de moda, ellos se las afeitan), o están ecuménicamente dispuestos, por no querer ofender al clero de otras denominaciones que están fuera de
La piedad cristiana ortodoxa comienza con
El significado del voto de Nazireato era un signo del poder de Dios que reposaba sobre la persona que hizo dicho voto. Cortar el cabello equivaldría a cortar el poder de Dios, como fue el caso de Sansón (ver Jueces 16:17-19). La fuerza de estas piadosas observancias transmitidas a
El propio Apóstol Pablo llevó su cabello largo, tal como nosotros podemos inferir del pasaje en dónde se menciona que cuando las "bandas para la cabeza" -segun la traducción del eslavo-, y "toallas" que tocaban su cuerpo eran puestas sobre los enfermos, estos se curaban. Las "bandas para la cabeza" indican la longitud de su cabello (en concordancia con la piadosa costumbre), cual debía ser atado atrás para mantenerlo en su lugar (cf. Hechos 19:12). El historiador Egezit escribe que el Apóstol Jacobo (Santiago), jefe de la iglesia de Jerusalén, nunca cortó su cabello (Lectura Cristiana, Febrero de 1898., p.142, [en ruso]).
Si la práctica piadosa entre el clero y los laicos de la comunidad cristiana fue la de seguir el ejemplo del Antiguo Testamento, ¿Entonces cómo podríamos comprender las palabras de San Pablo a los corintios, que citamos anteriormente (I Cor. 11:14)? San Pablo, en este pasaje, se dirige a los hombres y mujeres que están orando (cf. I Cor. 11:3-4). Sus palabras en los pasajes anteriores, así como en otros pasajes sobre el uso de cofias (cf. I Cor. 11: 4-7), esta dirigida a los laicos, no al clero. En otros pasajes San Pablo hace una obvia distinción entre el rango clerical y el laicado (cf. I Cor. 4:1, I Tim. 4:6, Col 1:7, y otros). Él no se opuso a los mandamientos del Antiguo Testamento con respecto al cabello y las barbas, y como anteriormente pudimos notar, él los observó, de la misma manera que lo hizo Nuestro Señor, Quien es retratado, siempre, con el cabello largo y barba larga, como Sumo Sacerdote del nuevo y cristiano sacerdocio.
En nuestro anterior pasaje: "La naturaleza misma ¿No nos enseña que al varón le es deshonroso dejarse crecer el cabello?" (I Cor. 11:14), San Pablo utiliza la palabra griega que designa "cabello." Pero esta particular palabra designa al cabello como un ornamento (siendo secundario y sugerente la noción de la longitud), difiriendo la utilización de cabello como término anatómico o físico.1 Las palabras de San Pablo enfatizan la crítica hacia los laicos que llevan su pelo en una moda estilizada que era contraria a la piedad judía, y a la modestia y caridad cristiana. Podemos notar un similar enfoque al de San Pablo, con respecto al cabello, en el 96º Canon del Sexto Concilio Ecuménico, que declara: "Aquéllos, quiénes adornan y arreglan sus cabellos para detrimento de aquéllos que los observan, por vanagloria hábilmente ideada, y de esta manera ponen trampa a las almas inestables.3
En otra fuente, el Diccionario Bíblico Eerdmans, encontramos lo siguiente con respecto al Antiguo Testamento: "Por extensión, el estilo del cabello era cuestión de moda, por lo menos entre la clase alta que eran particularmente abierta a la influencia extranjera [pagana]. No obstante, el cabello largo parece haber sido la regla general entre los hebreos (cf. Ezeq. 8:3), tanto para los hombres, como para las mujeres"2 (el cf. Cant 4:1; 7:5). De esta manera, podemos observar que el cabello corto o estilizado era la moda entre los paganos y por consiguiente, era inaceptable para el clero cristiano de los tiempos antiguos hasta nuestro contemporáneo corte con
Igumen Luka
Notas al pie de página:
1) Joseph Thayer D. D., Léxicon griego-inglés del Nuevo Testamento, pág. 354.
2) A. C. Myers ed., Diccionario Biblico Eerdmans, p.455,
3) El Pidalion, tranS. D. Cummings, p.403.
4) N. N. Voekov,