De San José de Petrogrado
Oh Sapientísimo, Omnipotente y Muy Amante de la Humanidad, Jesucristo Nuestro Dios, Fundador de la Iglesia y Preservador de Ella, mira con tus benevolentes ojos a la Iglesia Ortodoxa, cual es furiosamente atacada por tormentas de infortunios. Porque Tú has dicho, Oh Señor: Construiré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Recuerda tu infalible promesa: He aquí, yo estoy con vosotros, hasta el fin de los tiempos. Ven con nosotros y nunca nos abandones. Se misericordioso con nosotros, Te implora tu Muy Sufrida Iglesia. Fortalécenos en la Fe correcta y en amor a Ti. Por tu Gracia y Amor, convierte a los errados, ablanda los duros corazones de las apostatas, corrige toda corrupción y toda vida que no sea transitada de acuerdo con la piedad cristiana. Concédenos que toda nuestra vida sea en santidad y pureza, y que la salvadora fe puede arraigarse fuertemente en nuestros corazones y dar fruto. No apartes tu Rostro de nosotros, no seas reacio a nosotros ante nuestro fin, O Señor! Danos la alegría de tu Salvación. Limpia las lágrimas de aquéllos que lloran. Alivia toda necesidad de tu pueblo y confórtalo de sus dolores. Por tu Poder Omnipotente guárdanos de todos los ataques, persecuciones amarguras, destierros y prisiones. Para que salvados por Ti, podamos lograr tu Morada en los Cielos, y junto a los Purísimos Poderes Celestiales podamos glorificarte a Ti, Nuestro Señor y Salvador, con el Padre y el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
Traducción y Adaptación: Presbítero Siluan Dignac